jueves, 18 de diciembre de 2008

Qué mujeres...






...medio afiebrado, con algo de dolor, en casa me animé por una de las películas que el año pasado obvié de manera estúpida.

Y tras sus minutos, no pude evitar que la rabia y la admiración se mezclen gracias a esta joya del cine español.

Rabia por las atrocidades tan dignas del hombre.
Admiración, infinita, por las mujeres, las de verdad.

Y,
Qué valen mis dolores,
qué vale mi malestar académico (del tipo upcino-milton friedman)
Mi vida, tan cómoda, no merece a ninguna de ellas.
Que continúe mi pesar, me parece justísimo, yo jamás llevé flores a estas rosas.

No pasarán, eso lo tengo claro. No sobre Ana, Carmen y la preciosa Virtudes.
¡No pasarán, y jamás pasaron, eternísimas!